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sábado, 4 de octubre de 2014

HABLEMOS DE VALORES

El VALOR de sabernos COMUNICAR

Tener una saludable comunicación en el entorno en que nos desenvolvemos, posibilita un ambiente de armonía, en el cual, los distintos miembros de nuestro hogar, trabajo o espacio de convivencia pueden compartir de manera respetuosa y solidaria. Además, permite que exista una mayor comprensión de las diversas necesidades y personalidades, por lo que cada individuo es apreciado y aceptado tal y como es.   

Con facilidad podemos perder de vista que la comunicación entra en el campo de los valores, haciendo la diferencia entre una vida estable y una conflictiva; y es que gracias a ella, podemos intercambiar pensamientos, ideas y sentimientos con las personas que nos rodean, en un espacio enmarcado en la cordialidad.

A través de la FAMILIA, cultivamos grandes VALORES


Resulta interesante analizar por qué la familia es el lugar ideal para forjar los valores. A través de ella, alcanzamos un modo de vida más humano y tolerante que luego es transmitido a la sociedad en general.

La familia no sólo reside en encuentros habituales, momentos de alegría y en solventar problemas cotidianos. Su función nace y se desarrolla cuando cada uno de los miembros que la conforman, asume con responsabilidad y satisfacción, el papel que le ha tocado desempeñar; buscando el bienestar, desarrollo y felicidad de todos sus integrantes.

Esto demuestra que formar y llevar una familia por un camino de superación permanente no es una tarea sencilla. Por el contrario, la vida actual y sus exigencias pueden dificultar la colaboración y la interacción. Por ello, la presencia física, mental y espiritual de las personas en el hogar, con disponibilidad al diálogo y a la convivencia, son factores esenciales para que la misma pueda marchar por el rumbo correcto.